Goooooool!!!! Al mensajero.

Desde la más lejana y ancestral antigüedad nos viene la costumbre de matar al mensajero cuando es portador de malas noticias.
Esa costumbre se mantuvo en culturas de las que somos herederos, como la griega o la romana.
Todavía en la edad media se mantenía esa misma forma de actuar contra quienes eran portadores de malas nuevas, aunque algo habíamos avanzado, ya que en lugar de matar al mensajero, se le azotaba o sometía a escarnio público.
Afortunadamente hoy no cometemos semejantes salvajadas con los modernos mensajeros (medios de comunicación) pero eso no quiere decir que se vayan de rositas, porque, si lo que dicen no es de nuestra conveniencia, gusto o agrado, matemáticamente solemos darles un varapalo.
Y digo yo: ¿qué culpa tendrán los medios?

En la lectura del mensaje Gooooool !!! (muy interesante, por cierto) y de tan hondo calado que un meticuloso análisis podría tragarnos al foro entero, por lo que no lo haremos, yo me he quedado con eso: Una vez más, matamos al mensajero.

El cuarto poder, se les ha llamado, y en cierto modo es cierto porque tienen una enorme capacidad de influencia al ser mucha la gente a la que llegan.
De ahí a convertirlos en contubernios dedicados a decir, e incluso dictar, lo que hemos de pensar, hay un gran trecho.

Cierto que hay medios de comunicación (cada vez más, por desgracia) que responden a consignas concretas de poderes concretos, pero en líneas generales los medios de comunicación responden a índices de audiencia, porcentajes de venta y cosas tan mercantiles como esas.

La única pregunta que realmente importa a cualquier medio de comunicación es la siguiente: ¿Qué es lo que más vende? o ¿Qué es lo que demanda el mercado? (que eso de los mercados está de moda)
Solo hay que responder a esas preguntas para entender el por qué los medios de comunicación nos dan lo que nos dan y no otra cosa.

Ahí podremos encontrar la razón de por qué no sería noticia la muerte cada día de un señor en la calle San Pepito de Almendralejo, o la trigésimo cuarta victima de violencia de género, de la misma manera que no es noticia la muerte cientos de niños por hambre al día en el mundo, o de más de cien personas al año en accidentes de tráfico.
Todas esas cosas, por repetitivas, manoseadas y reiteradas, sencillamente, no interesan. No tienen audiencia. No venden.

¿Y son los medios los culpables de que eso sea así?

No. No nos engañemos.
Los culpables somos todos nosotros como sociedad, porque somos nosotros los que, a través de índices de interés y audiencia, les desvelamos nuestras preferencias.
Ellos solo los reflejan.

No son los medios de comunicación los que dicen que la decimoquinta victima en quince días, de la calle San Pepito de Almandralejo no es noticia.
Somos nosotros los que a partir del cuarto día dejaríamos de tener interés en esa noticia.

Tenemos los medios de comunicación que merecemos (pregúntenles a Tele 5)
pero ellos no son culpables de que tengamos los que tenemos.

Al-andalus

18 Oct 2011 21:18

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