
Era yo y nadie me contradecía. No fuí yo, y medí con claridad el valor de mis convicciones.
Ahora redescubro la misma certidumbre: la lucha no cesa jamás. La única forma de durar mucho es no tener convicciones demasiado sólidas, ni querer a nadie en demasía. Por suerte o por desgracia, durar no es lo mismo que vivir. A nadie se le escapa que una larga agonía puede durar lo mismo que el momento de mayor excitación sexual de tu vida. Pero no se miden ambos momentos en las mismas unidades.
De la misma forma, el cielo y el infierno, esa ilusión de la mente que proyectamos para hacernos llevadera la dispersión de nuestra escasa energía al morir, puede que dure unos segundos, pero puede parecernos una eternidad o un suspiro...
Claro que existen, ni lo dudéis, los llevamos dentro.
Cuadernos de la vida de Pepillo Poquillo.
Invitado
18:09
Lunes
03/05/2010
http://foros.ya.com/arte_y_cultura/general/libree-libre-74897/memorias-18037838.html
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