La vida pasa demasiado rápidamente. Cuando puedes disfrutar de ella plenamente; cuando eres muy joven, ni siquiera te das cuenta de tu situación privilegiada y estás deseando hacerte más mayor. Después ¡ay! cuando eres consciente de que volaron los mejores años de tu vida, te entran las prisas, lo quieres hacer todo en un tiempo record. Dar la vuelta al mundo, subir en globo, escribir un libro... etc.
Después de "después", cuando asumes que tienes andado demasiado camino intentas replantearte lo que te queda. ¿Qué hacer?... y vienen los hobbies y aficiones. ¿cuál debe ser tu comportamiento para con los tuyos? y viene el plantearse "no ser una carga ni una gallina clueca".
Surgen muchas reflexiones. Por ejemplo, creo no debo esperar "grandes acontecimientos", ni señales extraordinarias. Lo que queda de vida (quisiera) que se compusiera de "raticos" agradables, en los que poder ser un poco feliz... y si vienen mal dadas (quisiera) soportarlo lo mas dignamente posible. Sin "salpicar".
De momento me siento tranquila, serena, sabiendo lo que quiero y lo que puedo esperar (creo que es mucho), y me conformo.
Invitado
00:17
Sábado17/04/2010
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