No había que olvidar que fueron los indios los que entregaron las 20 mujeres a Cortés según sus costumbres. No hay duda que debieron sentirse muy humillados con la llegada de los españoles y sus circunstancias y que el comportamiento de los recién llegados fue el de aprovechados.
Es lógico y normal que los dos pueblos acabaran mezclándose, pero siempre ha quedado el pueblo originario americano machacado. Le faltó el orgullo de dominar lo suyo y sentirse anfitrión y no servidor. Lo llevaban en si idiosincrasia.
Invitaho
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