La vida siempre se pone de nuestra parte. Cuando llevas la auto estima que te la pisas, y piensas que va a ser difícil recuperarla, conoces a alguien que es una inyección en vena para subir el ánimo. Da igual el lugar, un viaje, un autobús, el lugar que menos esperabas. Allí comprendes que el universo no es una persona, que hay unos ojos que te reflejan con admiración. Curiosa vida esta.
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