viernes, 9 de marzo de 2012

Desde mi ventana



Vienen y van, en un torbellino irrefrenable originado por la presión de los recuerdos.

A través de láminas semi transparentes, ya casi emborronadas por el paso del tiempo, acuden a mi memoria momentos y escenas muy lejanas que a penas han dejado huellas visibles en mi físico. Aunque sí en mi corazón.

Se llamaba Felisa Francisco y era una de las almas buenas que han poblado la tierra a lo largo de su vieja historia. Ofreció lo mejor de su vida al servicio de los demás. Y a ella me arrimé, buscando amparo y cariño en quien lo atesoraba a manos llenas. Seguramente estará sentada a la derecha del Padre bendiciendo mi recuerdo, derramando sus gracias sobre mi.

Me ofreció todo el cariño de amor de madre en momentos en que más lo necesité. Pero desgraciadamente perdí su rastro, y hoy es el día en que evoco su memoria y reclamo sobre mi su recuerdo para que no me abandone.

Felisa Francisco, un nombre en el anonimato que a nadie dice nada, casi olvidado por el paso de un tiempo que todo lo oxida. Pero no por mí, cuya memoria subyace muy fresca y que bendigo.

E y N

17 Oct 2011 10:49

http://foro-libre-ya.creatuforo.es/foro-libre-libre-f1/desde-mi-ventana-t252.html

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un recuerdo muy hermoso, E y N. La gente buena siempre permanecerá en el recuerdo de alguien, da igual el nombre, deja su impronta y hace mejor persona a quien estuvo a su lado.

Anónimo dijo...

Gracias,amig@. Soy muy sensible al afecto. Posiblemente, porque carecí del cariño natural que todo niño recibe de sus padres. En realidad, aquella señora fue una verdadera madre para mi...

Este es uno de los recuerdos más gratos de mi niñez.

Un saludo afectuoso,