martes, 10 de enero de 2012

La inercia del amor




Venir al mundo, qué suerte.

Qué gran quebranto, la muerte.

Qué gran silencio, qué espanto,
después de quererte tanto,
perder la vida y perderte.

Tanto desconsuelo y llanto
tanto santo, tanto canto,
tanto fúnebre lamento,
qué inútil, vano esperpento.

Resucitar, qué portento,
qué alegría, qué contento.

En el trance de mi muerte,
tan definitivo y fuerte,
mi cuerpo yerto e inerte
querrá y no podrá gritar
que anhela resucitar.
Resucitar y quererte.

Ytu-


07 Oct 2011 22:44

No hay comentarios: