martes, 10 de enero de 2012

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El maltrato animal es un tema muy complejo ya que se suele tratar a muchos niveles a la vez, porque cuesta discriminar grados de maldad, de evitabilidad, de sufrimiento, etc.
¿Es igual matar una mosca con el spray, que planchar una langosta, hervir un caracol o degollar un cerdo?
Uno de los enfoques que para mí, en rigor, no es demagógico aunque lo parezca, es que a nuestras mascotas no les haríamos nada de eso.
¿Todos los animales tienen la misma percepción del dolor y el miedo que nuestro gato? Un cerdo y una oveja y una vaca, da la impresión que sí. ¿Tiene una gallina los mismos terminales nerviosos y sensibilidad que nuestro loro? Pues aparentemente también sí.
¿Y un mejillón, un mosquito, una avispa, una oruga, una cucaracha…? Aquí ya hay debate y lío.
No sé qué dice la ciencia al respecto, y seguro que dice algo, pero no lo he leído.
Yo supongo que todos los seres vivos sufren y se duelen, pero no sé si con el mismo nivel de sofisticación. A mayor capacidad intelectual, mayor capacidad de sufrimiento. O eso parece. Qué conocimiento tiene un orangután y qué conocimiento un berberecho. Pues el que les cabe en el cerebro, imagino.
La Madre Naturaleza se muestra en todo su esplendor en cualquier documental de la 2. Los animales no se andan con hostias.
Pero el ser humano es distinto, lleva desde su cavernal nacimiento en un proceso constante de autodomesticación. Evolución humana le llamamos. Y en esa evolución hemos dejado cientos y miles de prácticas, que ahora consideramos salvajes, por innecesarias.
A mí me da un palo enorme, pero enorme, el trato industrial que se da a los animales, tanto en tipo de vida como tipo de muerte. No somos leones ni hienas. Estamos un peldaño por encima.
Sé que para comerse un animal hay que matarlo, pero no encuentro la razón por la que haya de sufrir ni una décima más de lo inevitable. Y en ese sentido somos atroces.


Furgo

09 Oct 2011 17:23

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